
Otoño es temporada de ácaros, unos minúsculos animalitos que suelen vivir en colchones, almohadas y sofás y que pueden provocarnos estornudos, congestión, ataques de asma y otros problemas. Por eso, lo mejor es evitarlos, especialmente en el dormitorio, siguiendo estos consejos:
- Evita alfombras, moquetas, muebles tapizados y paredes enteladas.
- Evita las cortinas, si no puedes, lávalas frecuentemente.
- No guardes libros y papeles.
- Evita que entren animales.
- Evita los peluches y muñecos de paño.
- Manten las superficies despejadas, para facilitar su limpieza con un paño húmedo.
- No barras, aspira, si es posible, empleando un aparato con filtros especiales.
- Usa colchones de espuma o muelles, nunca de lana.
- No uses almohadas de plumas o lana.
- Evita las mantas de lana y los edredones de plumas.
- Lava frecuentemente la ropa de cama, y si es posible también la almohada, a 60º.
- Aspira el colchón frecuentemente.
- Usa fundas anti ácaros en colchones y almohadas.
- Usa aparatos deshumidificadores y sprays acaricidas.
- Limpia frecuentemente los filtros de equipos de aire acondicionado y aparatos deshumidificadores.
Recuerda que el dormitorio de la persona alérgica a los ácaros es la habitación donde hay que tener más cuidado.