Llega el frío y el largo puente y las chimeneas se convierten en una atracción casi irresistible. Pero sí tienes asma, no caigas en la tentación, resiste y aléjate del humo.
Porque el humo es un conocido desencadenante del asma, ya venga de chimeneas, barbacoas, tabaco o cualquier otra fuente.
Es un consejo del Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunoogía (ACAAI).