
Los niños que nacen en otoño son más propensos que otros a desarrollar alergias a los alimentos, sugiere un nuevo estudio que atribuye este fenómeno a la exposición de las madres al polen en un momento crítico del embarazo.
A estas conclusiones llegaron investigadores de Finlandia después de haber estudiado a casi 6.000 niños.
Estos científicos hallaron que la probabilidad de que un niño tuviera una alergia alimentaria a los los cuatro años, dependía en buena medida de la fecha de su nacimiento y que iba desde el 5% para los nacidos en junio y julio, hasta el 9,5% para los nacidos en octubre y noviembre.
La relación entre la fecha de nacimiento y la posibilidad de sufrir alergias alimentarias resultó especialmente evidente para la leche y el huevo.
Fuente: Asthma UK.