
Cuando el poeta Walt Whitman escribió contengo multitudes, estaba hablando metafóricamente, pero al mismo tiempo decía una verdad como un templo. Porque cada uno de nosotros lleva en sus intestinos millones y millones de bacterias. Tantas que son diez veces más que las células que forman nuestro cuerpo. Esto es normal y en esta relación ambas partes salen beneficiadas, bacterias y humanos.
